sábado, 23 de marzo de 2013

Última etapa. Preparación de la sesión abierta

He preferido escribir un solo post de las últimas tres sesiones de trabajo de Horizonte Artificial porque las tres han estado marcadas con un solo verbo. SOLUCIONAR.

Al final de la etapa, toda la información estaba sobre la mesa... o mejor dicho... sobre la burbuja.  Estaba el juego, el drama, el espacio, la composición, la estilización, el trabajo gestual y textual... pero todos los ingredientes estaban desordenados, desajustados. La propuesta chirriaba, se caía, se levantaba...

Las decisiones tomadas al respecto han tenido que ver con:

                                          .- Ajustar partes textuales que provocaban un cortocircuito en la escena y que no habíamos conseguido que funcionaran: eliminar replicas, introducir palabras e incluso frases, ajustar los finales de cada escena.

                                          .- Trabajar en la precisión de las imágenes abstractas. Fue muy importante hacer  entender a los actores que algunas imágenes (el quirófano, el mundo subacuático, la aurora boreal, etc) debían ser impuestas al público. Es decir, no dar lugar al espectador para que  pensara o se planteara lo justo o injusto de esas partes. Nombrando a David Mamet; el actor debía defenderlas POR LA CARA.

                                         .- Eliminación de los pocos objetos reales que existían. En concreto, eliminamos la tiza con la cual la niña pequeña delimitaba el espacio escénico. No hacía falta, le daba peso y realidad... justo lo contrario de lo que demandaba la propuesta. Paso exactamente igual con las gominolas, ¿para qué? todo es imaginario, Horizonte Artificial es imaginario.

                                          .- Por último, durante todo el proceso, realizamos un entrenamiento psico-físico diario de 2h aprox. dirigido a la creación de personaje, del espacio y de la composición. Trabajamos en profundidad los 4 elementos (agua, tierra, fuego, aire) al servicio de la propuesta y de los personajes. Trabajamos a partir de un cuadro de Rothko. Trabajamos en el género teatral, etc. En definitiva trrabajamos en el CÓMO. Sin embargo cuando el actor sale a escena no puede pensar en CÓMO hago la escena, sino en QUÉ hago en la escena. El entrenamiento llega a través de la memoria corporal. No puede pensar en él... llega o no llega. Punto. A los actores les costaba confiar en su memoria corporal.  Finalmente en esta última etapa,  tuvieron la experiencia y descubrieron que es posible, que los entrenamientos sirvieron para que el cuerpo entendiera (quizá antes que la cabeza).

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