La transformación de él.
A dónde nos lleva.
Y para qué.
Empiezo primero a ser consciente de que tengo más huesos y musculos de los que pensaba.
Siento que todo dentro de mí se hincha. Pesa mucho. Se fortalece.
Y por último siento que el trabajo corporal fluye. Que estoy. Y que soy eso y nada más.
Os voy a poner un poema de Octavio Paez. Ilustra, bajo mi punto de vista, a veces el trabajo que hacemos. La imágenes.
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
Marta Megías
No hay comentarios:
Publicar un comentario